miércoles, 10 de octubre de 2012

De pueblo en pueblo. Calatañazor. Capítulo 9.


CALATAÑAZOR. DONDE ALMANZOR PERDIÓ EL TAMBOR


Cuando nos acercamos a Calatañazor, su silueta nos deja boquiabiertos. Entre los árboles se vislumbran los muros de sus añejas viviendas y de la iglesia de Santa María del Castillo.

A los pies de la localidad, junto a la Ermita de la Soledad, hay varias plazas de aparcamiento, y si es posible dejar el vehículo ahí, es un buen punto para comenzar la visita a pie.

No busquen casas palaciegas adornadas con bellos blasones, porque no las hallarán en Calatañazor. Sus viviendas son modestas, de pueblo humilde pero que con el paso de los siglos han ganado en interés. El tiempo sigue su curso, pero parece haberse olvidado por completo de esta villa que ve cómo sus piedras van claudicando al paso de la evolución.

Prueba del interés de esta villa de aproximadamente setenta habitantes, es que fue declarada Conjunto Histórico Artístico en 1962.


 



Al entrar en la villa por su Calle Real comenzamos a descubrir sus calles empedradas con canto rodado, donde se encuentran sus mejores casas, junto a las de la Plaza Mayor. Pronto nos topamos con la Iglesia de Santa María del Castillo, un templo con mezcla de estilos gótico y románico que cuenta entre sus muros con una imagen de la Virgen de Fuentemayuel, del siglo XIII.


El camino nos lleva a la Plaza Mayor, donde encontramos el Rollobajomedieval, del siglo XV. En él podemos observar una inscripción asociada a un leyenda de brujería. Fue elegido como lugar para impartir justicia y amedrentar a los vecinos empleándose como picota.
En esta misma plaza y tras una vivienda se deja ver la torre del castillo, asomando sus muros como si estuviera avergonzada por su estado.

Nos acercamos al Castillo, que data de los siglos XIV y XV, y podemos entrar en recinto por la única de las tres puertas originales que queda en pie. El fortín se encuentra en lo alto de un peñasco, desde donde domina el llamado “Valle de la sangre”, ese que dio pie a la legendaria batalla entre moros y cristianos.

 

Según dice la leyenda fue en “Calatañazor, donde Almanzor perdió el tambor”, asimilando dicho instrumento a la imbatibilidad del caudillo árabe, que supuestamente perdió en estos parajes.

El caso es que en el año 1002 Almanzor (el victorioso) regresaba de San Millán hacia Al Andalus para pasar el invierno. Su ruta pasaba por Calatañazor.
Aquí empieza la leyenda: Sancho García Conde de Castilla (ayudado por los reinos de Navarra y León) esperó la llegada de las tropas musulmanas en el llamado Valle de la Sangre, junto a los muros de Calatañazor para presentar batalla. Las tropas árabes claudicaron y tuvieron que salir huyendo hacia Medinaceli, donde Almazor falleció el 11 de agosto y donde fue sepultado en primera instancia.

El supuesto día de la batalla se dice que se apareció una especie de pescador (unos dicen que en el propio Calatañazor y otros que en Córdoba) sollozando medio en árabe-medio en castellano la mítica frase “En Calatañazor perdió Almanzor el tambor”.
Esta versión es una de las muchas referentes a la lucha entre moros y cristianos que crean polémica por su veracidad o falsedad, si bien parece que vence la idea de que Almanzor murió por su avanzada edad, no obstante, hay que tener en cuenta que 73 años en aquella época ya eran muchos.
De vuelta al punto de partida recorremos otras de las calles de la villa en donde nos toparemos con casas porticadas de madera y materiales pobres en estado ruinoso.

Sea cierta la leyenda de Almanzor o no, se derramase o no la sangre que nombra al valle, pasasen por aquí o no aquellos reyes cristianos, Calatañazor merece ser visitado pues sus muros respiran Historia.


2 comentarios:

Babyboom dijo...

Un pueblo precioso, estuve allí un día y me encantó aunque no sabía toda la leyenda que gira en torno al pueblo. Un abrazo. ;-)

Mikel Goiko dijo...

Es muy bonita, si. Nosotros fuimos de casualidad porque no lo teníamos en el plan cuando estuvimos por allí.
Yo conocía la leyenda, porque siempre me ha encantado la Historia y en gran medida la historia de España, pero no me esperaba el estado en el que esta el pueblo, nos sorprendió para bien y no se gasta mucho tiempo en verlo.