viernes, 26 de octubre de 2012

Soria. La ciudad de los poetas


Soria, ciudad de poetas y poesía en si misma. La pequeña urbe es un remanso de paz, alejada de los agobios de las grandes ciudades, la capital castellana (la menos de poblada de todas las capitales de provincia españolas), conjuga a la perfección la labor de cabeza provincial con la naturaleza que convive en sus limites.

La plaza Mariano Granados puede ser un buen lugar para comenzar a visitar Soria. Entre otras cosas por la existencia de una oficina de información turística donde proveernos de mapas e información varia. Si vamos en coche, esta zona es de OTA, aunque bien es cierto que si nos salimos de las calles del centro y buscamos un poco, encontraremos aparcamiento sin demasiada dificultad.

En esta plaza se encuentra la entrada al parque Alameda de Cervantes, que dejaremos para el final si deseamos descansar. Junto al parque se encuentra el Museo Numantino.
La escultura del Caminantes preside la glorieta de la que parten dos calle interesantes que nos adentran en el casco antiguo. Elegimos esta vez la calle Marques de Vadillo. Llegamos hasta la plaza de San Blas y el Rosel, de la que salen varias calles, entre las que se encuentra la calle Condes de Gómara.


Nos topamos con el palacio que da nombre a la calle, el Palacio de los Condes de Gómara. Una sobria edificación en la que no llaman la atención los arcos que rodean los ventanales, las columnas jónicas de la planta superior y la robusta torre.

 

La cercana calle Zapatería no abre paso a la Plaza Mayor mediante el Arco del Cuerno, llamado así por servir de toril en la época en que la plaza se empleaba para los festejos taurinos.

La Plaza Mayor es el centro neuralgico. Presidida por la Fuente de los leones y rodeada por diversos edificios de gran interés.
El edificio del actual ayuntamiento, del cual destaca su fachada porticada y el gran escudo nobiliario en el centro del edificio y sobre los balcones principales. Un escudo dividido en doce partes iguales pertenecientes cada una de ellas a un linaje de los doce que repoblaron la provincia en el siglo XII. El escudo esta situado en este edificio debido a que antes de pertener al ayuntamiento lo hizo a la diputación.
El Palacio de la Audiencia, en la parte oriental de la plaza, de estilo neoclasico y erigido en el siglo XVIII fue además ayuntamiento y cárcel. En su fachada se encuentra el mismo reloj al que cantará Antonio Machado en uno de sus poemas. Actualmente es sede de un centro cultural.

También se encuentra aquí la Iglesia de Santa María la Mayor, que goza en su construcción de varios estilos arquitectónicos. En esta iglesia contrajeron matrimonio Antonio Machado y Leonor Izquierdo y junto a la puerta de entrada se haya una escultura en honor a esta.

 

Un poco más alejada del resto de edificios se encuentra la Torre de Doña Urraca. En realidad perteneció a la familia Suero Vega y no hay fuentes documentadas de que la Reina pasase por Soria. Sin embargo la voz popular se hace aquí más fuerte y se da como cierta la versión de que Doña Urraca estuvo presa en la torre de dicho palacio.

Abandonamos la plaza por El Collado, la arteria más bella de Soria. Repleta de edificios bajos en cuyos soportales se pueden encontrar ejemplo arquitectónicos de principios del siglo XX.
Desviándonos por San Juan nos aproximaremos a la confluencia entre las calles Caballeros y San Juan de Rabanera, en este punto, junto a la iglesia de San Juan de Rabanera tenemos la Diputación Provincial y la delegación de Hacienda. El primero, un palacio del siglo XIX, presidido por ocho esculturas de personajes ilustres unidos de una u otra manera a la historia de Soria. El segundo, un palacete de principios del siglo XX al que se trasladó la sede de hacienda en 1950.

 

estaremos a un paso de nuestro punto de partida y aquí se nos plantean dos opciones, disfrutar del parque por excelencia de la ciudad o conocer la historia de la provincia, ahondando de manera especial en la conocida ciudad de Numancia.


Si deseamos complementar la visita al centro de Soria, podemos tomar el vehículo y, pasando por el puente de piedra, coger la carretera que lleva a Zaragoza. Pronto encontraremos un desvío a la derecha que nos traslada junto al río Duero, dejando a un lado el Monasterio de San Polo, hasta la Ermita de San Saturio. Un templo construido en la roca al que se accede mediante una cueva en la que se dice vivió el santo. Esta dedicada al patrón de la ciudad.


2 comentarios:

Babyboom dijo...

Soria creo que es una gran desconocida, yo he estado varias veces allí ya que tengo familia y me encanta el ambiente que hay de pueblo. Además los alrededores son preciosos también. Un abrazo. ;-)

Mikel Goiko dijo...

Nosotros fuimos más por conocer los alrededores (Laguna Negra, Calatañazor, Numancia, etc) pero no quisimos dejar pasar la oportunidad de visitar la capital. Nos gustó mucho y además coincidimos con las fiestas, así que el ambiente era genial.