Según descendíamos hacia el sur el cielo se ennegrecía y amenazaba con descargar toda su furia; fue así, y su punto álgido coincidió con nuestro paso por la ciudad de Sevilla. Cayó una gran tormenta.
Por suerte, cuando llegamos a Cádiz el temporal remitía.
Tras acomodarnos en el hotel aún era de día y fuimos a dar una vuelta de aproximación.
Para la estancia en Cádiz elegimos el Hotel Regio 2. Un buen hotel, situado en la Avenida de Andalucía, la arteria principal de Cádiz. La habitación era pequeñita pero más que suficiente, el baño completo y bueno y todo muy limpio. Nos ofrecían parking privado pero nosotros dejamos el coche en la calle, donde había sitio y no cobraban por estacionar. Quedamos contentos.
Nos acercamos al centro histórico caminando junto al océano, por la zona de la playa de Santa María del Mar.
LUNES 14 CÁDIZ AL 100%
Era el día reservado por completo a la ciudad de Cádiz.
Tras desayunar en un local cercano al hotel, nos dispusimos a sacar todo el partido que pudiésemos a la ciudad más antigua de occidente.
Caminamos hasta la zona del puerto comercial para toparnos con el edificio de la Diputación provincial, tras él se encuentra la plaza de España y el monumento a las Cortes. Dicho monumento fue creado para conmemorar el centenario de la constitución de 1812. Las obras se iniciaron en 1912 y finalizaron en 1929. Su parte inferior representa un hemiciclo con un sillón presidencial vacío. Aparecen diversas estatuas ecuestres significativas y, entre otras cosas, los nombres de los diputados más destacados.
Desde la plaza de España nos dirigimos hacia la Alameda Apodaca, un lugar que no pudimos disfrutar del todo, ya que la lluvia y el viento nos complicaban la tarea. Llegamos hasta el extremo más occidental del paseo, donde se halla el Baluarte de la Candelaria. Lugar defensivo construido en 1672.
Frente a éste, el Centro Cultural Reina Sofía, antiguo gobierno militar.
Desde este punto buscamos alejarnos un poco del océano y de sus corrientes de aire, y lo hicimos buscando el Gran Teatro Falla.
El edificio alberga un pequeño museo en referencia a dicho acontecimiento, pero por obras de restauración estaba cerrado.
Continuamos camino hacia la plaza de la catedral primero y hacia el ayuntamiento después, para comer en las inmediaciones un buen menú por pocos euros.
Paseamos por la zona, volvimos a callejear disfrutando del ambiente y nos acercamos a un bar para poder ver en televisión un no muy afortunado partido del Athletic contra el Getafe.
Nos despedimos de Cádiz. Al día siguiente nos esperaba un largo viaje a Granada, eso sí, con dos paradas que nos gustaron mucho.
MARTES 15. DE LA COSTA DE LA LUZ A SIERRA NEVADA.
En este día debíamos acometer los más de 500 kilómetros que nos separaban de Granada, pero fiel a mi estilo busque lugares en los que parar y echar unas horillas.
Nuestra primera parada fue antes de salir de la provincia de Cádiz. En la ensenada de Bolonia, perteneciente a Tarifa e integrada en el Parque Natural del Estrecho de Gibraltar, se encuentra el Conjunto Arqueológico de Baelo Claudia. Un lugar sencillamente espectacular. Os dejo la web oficial del sitio para que toméis toda la información que creáis oportuno.
Empleamos una hora y media en la visita al yacimiento.
Tomamos de nuevo el coche y nos dispusimos a atacar el camino hacia nuestro siguiente objetivo; Gibraltar. Antes paramos en un mirador que encontramos en la carretera desde el cual se apreciaba el cercano continente africano.
GIBRALTAR
Enseguida pasamos el “control” (tan solo nos miraron el DNI, sin soltarlo si quiera de nuestras manos) y tomamos el autobús al núcleo de Gibraltar.
Nos bajamos en una calle paralela a Main Street (la calle principal) y comenzamos a caminar.
El primer lugar de interés que vimos fue el ayuntamiento, situado en John Mackintosh square.
Comimos un sándwich y continuamos, pues no queríamos perder mucho tiempo.
Pasamos junto a la Catedral y continuamos caminando hasta el final de esta larga calle llena de edificios de interés. En ese punto está el cementerio de Trafalgar, donde reposan restos de soldados caídos en la terrible batalla que aconteció en 1805. Cerca de ahí está la estación del teleférico, que sube a lo alto del peñón. Nosotros no pudimos subir ya que ese día el teleférico estaba cerrado por el viento que hacía en lo alto.
Vimos parte de los cercanos jardines de la Alameda y regresamos a la zona del cementerio de Trafalgar, pues al no poder subir al peñón decidimos tomar el bus hasta Europa Point.
Ya lo único que nos quedaba era coger el coche y llegar sin más paradas hasta Granada. Sobre las 20:30 estábamos en la puerta del hotel.
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