Viajar a los Balcanes puede significar muchas cosas. Se lo puedo uno tomar de muchas maneras y los que me conocéis ya sabréis por donde lo encaminé yo.
Pocos lugares me han causado esas sensaciones tan fuertemente como los Balcanes.
Conociendo su historia, sobre todo la más reciente, viendo su forma de vida, sus condiciones, mirando a los ojos de la gente… No puedo negar que más de un nudo en la garganta tuvimos que sufrir.
Días después de volver y de la manera más insospechada, mientras iba conduciendo camino de un fin de semana en Soria, se me ocurrió este humilde poema a la vez que pensaba en el viaje a los Balcanes:
Aires de soledad,
y sin embargo, resurgir.
Renacer de mis cenizas,
más fuerte y tan frágil.
En mi disgregación,
la unidad.
Ves el miedo en mis ojos
no llego a comprender,
el odio en tu cabeza
ni el rencor de mi alma.
De uno muchos;
de todos: ninguno.
Sangre entre hermanos,
a eso hemos llegado.
Se soltaron nuestras manos,
pasan los años y aún no he olvidado.
Camino hacia el futuro
sin olvidarme del pasado.
Sin querer hacer más hincapié en mis emociones y sentimientos hacia estos lugares (en los diarios inevitablemente volverán a aparecer) paso a desgranar en una pequeña introducción el recorrido realizado, los medios de transporte y los alojamientos.

El recorrido que realizamos fue el siguiente:
BILBAO – VENEZIA (ITALIA) – LJUBLJANA (ESLOVENIA) – ZAGREB (CROACIA) – BELGRADO (SERBIA) – SARAJEVO (BOSNIA) – MOSTAR (BOSNIA) – DUBROVNIK (CROACIA).
MEDIOS DE TRANSPORTE
Para movernos entre las distintas ciudades empleamos tres medios de transporte:
AVIÓN
Fue el medio elegido para el comienzo y el fin de nuestro periplo. La compañía Vueling fue la encargada de llevarnos a Venecia desde Bilbao y de devolvernos a casa desde Dubrovnik. Todo fue correcto y ello mantiene mi buena impresión de esta compañía Low Cost.
AUTOBÚS
El medio más empleado en este viaje. Casi siempre nos seducían más sus horarios y precios que los de los trenes.
Venecia – Ljubljana. El primer autobús que tomamos fue para ir desde Venecia hasta Ljubljana. Casi 5 horas de viaje que no fueron pesadas (tal vez por ser el primer desplazamiento por carretera). Pasamos por bellos lugares, destacando la zona costera del Golfo de Trieste y la ciudad del mismo nombre.
Autocar cómodo que tenía como destino final Sofia, en Bulgaria.
Zagreb – Belgrado. El segundo viaje en bus fue el que nos llevó de Zagreb a Belgrado. Fue un trayecto cómodo y tranquilo. Aquí descubrimos que en adelante nos iban a cobrar aproximadamente unos 90 céntimos por llevar la mochila en el maletero. El viaje ameno si exceptuamos el tiempo que se pierde en la frontera entre Croacia y Serbia.
Belgrado – Sarajevo. Este viaje lo hicimos por la noche. 9 horas de trayecto (más de media se pierde en la frontera). Autobús normal y corriente, nada preparado para viajes nocturnos pero al menos no era muy malo. Las autopistas brillan por su ausencia y todo el viaje es por unas carreteras estrechitas con muchas curvas y puertos interminables.
Sarajevo – Mostar. Trayecto de unas dos horas, pasando por unos parajes espectaculares y viendo pequeños pueblecitos. Viaje tranquilo.
TREN
TRANSPORTES URBANOS
Durante nuestro viaje también fue necesario emplear transporte urbano en algunas de las ciudades donde estuvimos. En este apartado hay de todo un poco y alguna queja.
VENECIA
En la ciudad italiana utilizamos el bus urbano para llegar desde Mestre (donde teníamos nuestro hotel) hasta el centro histórico de la ciudad. El típico autobús urbano de cualquier ciudad. En 5 minutos hacía el trayecto.
También utilizamos los “Vaporetto”, que son los autobuses acuáticos del centro de Venecia. Estos recorren los canales de la ciudad y son necesarios para ir de un sitio a otro.
ZAGREB
Es un tranvía moderno, bien equipado, limpio y sobre todo eficaz.
SARAJEVO
Aquí estaba el medio de transporte que menos nos gustó. Se trata del tranvía. Lo empleamos para ir del centro a la estación de autobuses, que se encuentra algo alejada.
Es un medio viejo, muy sucio desde primeras horas de la mañana y, lo peor de todo, con un personal muy antipático y poco eficaz.
DUBROVNIK
En la ciudad croata utilizamos el autobús en varias ocasiones. Para ir de nuestro hotel a la ciudad amurallada y para llegar a la estación de autobuses. Los autobuses son los típicos autobuses urbanos. Cuenta con una amplia frecuencia de paso y con bastantes líneas que hacen más fácil la vida al visitante y supongo que también al ciudadano.
ALOJAMIENTO
VENECIA.
El único hotel que llevábamos reservado. Se trata del Hotel Ambasciata. Un tres estrellas muy bien equipado, limpio y económico, además el personal era muy amable.
LJUBLJANA
En la ciudad eslovena tuvimos que pernoctar en dos hoteles distintos.
La primera noche la pasamos en el Alibi M14 Hostel. Situado a escasos metros de la plaza Presernov, la zona centro de la ciudad.
Un hostel que cubría las necesidades básicas. De lo más normal, con una ubicación inmejorable.
El segundo alojamiento fue el Hotel Park. Un poco más alejado del centro pero poco, a unos 600 metros de la plaza. Nuestra habitación estaba en el sexto piso y las vistas eran geniales.
La habitación era amplia, bien equipada y limpia.
ZAGREB
Elegimos un hostel cercano a la plaza central (Josipa Jelacica), en una calle peatonal con muchísimo ambiente; bares con terraza, comercios, restaurantes, etc
Era el City Centre hostel. Está en un edificio antiguo. En verdad son dos pisos adaptados a su nueva función. Todo en general era muy antiguo pero con buena voluntad. Contaba con cocina y baños equipados.
SARAJEVO
MOSTAR
Además nos ofrecieron desayuno. El precio fue bajo, lo cual era algo sorpresivo viendo la ubicación con la que cuenta.
DUBROVNIK
Estuvimos en el Hotel R. Las habitaciones eran muy grandes, con cama enorme, tv vía satélite, terraza con buenas vistas al mar, baño excelente y con desayuno incluido.
Muy a gusto en este hotel.
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