lunes, 22 de agosto de 2011

LJUBLJANA. La imagen del progreso. (Balcanes. capitulo 2)




Nuestro segundo destino en este viaje fue Eslovenia, más concreto su capital, Ljubljana.
Antes de comenzar con el relato de nuestros pasos en la ciudad es interesante introducirnos en la historia más reciente del joven país.

Por aquí pasaron romanos, francos y austrohúngaros entre otros, pero la historia más apasionante de Eslovenia y Ljubljana se escribió hace bien poco.

La ciudad (como el país) perteneció  al Imperio Austrohúngaro hasta 1918, año del fin de la I Guerra Mundial y de la disolución de dicho imperio. En ese momento, Eslovenia, pasó a formar parte del Reino de los Serbios, Croatas y Eslovenos.
Tras la II Guerra Mundial el reino pasó a ser la Republica Federal Socialista de Yugoslavia, bajo el gobierno de Tito. En ese periodo Ljubljana se convirtió en la Capital de la Republica Socialista de Eslovenia, integrada en Yugoslavia.

En el año 1991 tuvo lugar un conflicto, la llamada Guerra de los diez días, el cual desemboco en la independencia de Eslovenia.

Fue este conflicto el que ha marcado la actual situación del país y la ciudad. Un conflicto que, podemos decir “abrió” la Guerra de los Balcanes.



La guerra de los diez días fue una guerra dentro de otra guerra. Se trata del primer conflicto de la Guerra de los Balcanes. Probablemente el más “suave” pero de grandísima importancia.

El 23 de diciembre de 1990, Eslovenia, celebró un referéndum sobre su independencia de Yugoslavia, siendo el 95% de los votos favorable a esta escisión. Dado dicho resultado, el 25 de Junio de 1991 Eslovenia se declaró independiente.
El gobierno esloveno y todo el pueblo sabían que la declaración de independencia traería consigo la respuesta armada del ejército yugoslavo, pero estaban preparados. Ello se demostró en la rapidez con la que  resolvieron la lucha; tan solo diez días.

Tan solo un día después de la declaración, el 26 de Junio, el ejército yugoslavo pasó a la acción. Pero los eslovenos no se quedaron quietos y se dispusieron a controlar todos los pasos fronterizos, objetivos claros de los yugoslavos.
Este fue el primer día de guerra en el que, curiosamente, no hubo ningún tiro.

Ya el día 27 de junio, Eslovenia abrió las hostilidades derribando varios helicópteros que trasladaban soldados y material yugoslavo a territorio esloveno. En este segundo día de guerra, Yugoslavia se apodera de los puestos fronterizos con Italia y todos menos tres de los que limitan con Austria.
Parecía que Yugoslavia tomaba ventaja.

El 28 de junio comenzaba con varios ataques, terrestres y aéreos del ejército yugoslavo, pero a medida que avanzaba el día, perdían terreno frente a la milicias eslovenas.
Fue en la noche del 28 al 29 cuando la UE, alarmada sobre todo por la cercanía de los combates a territorio perteneciente a la unión (Italia y Austria), reunió a representantes eslovenos y yugoslavos, acordando un alto el fuego que no se cumpliría.

Durante los siguientes días Eslovenia continuaba avanzando y Yugoslavia perdía posiciones paulatinamente.
El 2 de julio, séptimo día de conflicto, tuvieron lugar los combates más duros. Por la noche Eslovenia declaró un alto el fuego unilateral que Yugoslavia rechazo a pesar de su delicada situación.

El 3 de julio la contienda seguía favorable a Eslovenia y a última hora del día, el ejército yugoslavo se vio obligado a aceptar el alto el fuego declarado en la jornada anterior.

Durante los dos días siguientes, el noveno y décimo de guerra, los ejércitos se fueron retirando del campo de batalla. Eslovenia tenía el control y permitió la retirada pacifica del ejército yugoslavo.

Se firmó el Acuerdo de Brione que reconocía la soberanía de Eslovenia y el ejército yugoslavo se retiró por completo de Eslovenia el 26 de octubre de 1991.

Eslovenia es reconocida por la Comunidad Europea el 15 de enero de 1992. Es el país más próspero de las repúblicas ex – yugoslavas, como muestra, entre otras cosas, su adhesión a la Unión Europea el 1 de mayo de 2004.

Y tras este batiburrillo de datos, fechas e historia en general relate como fueron esas 36 horas que estuvimos en la capital.

Al igual que en la guerra, nuestro primer paso en los Balcanes fue Eslovenia, centrada en su capital, Ljubljana.
  



NUESTRO PROCEDER

Miercoles 22

El autobús salió de Mestre con prácticamente media hora de retraso, lo cual no notamos a nuestra llegada a Ljubljana, que fue prácticamente a las ocho y media de la tarde.
Llegamos a la estación de autobuses (pegada a la de trenes), que se encuentra muy cercana al centro de la ciudad, y nos fuimos rápidamente a buscar alojamiento antes de que cayese la noche. Llevábamos mirados de casa tres alojamientos cercanos y nos fuimos a preguntar al primero; el Alibi M14. Nos dicen que tienen alojamiento para una noche y a nosotros nos hacen falta dos, viendo la hora que es lo aceptamos y al día siguiente ya buscaríamos otro lugar en el que dormir.
El Alibi M14 está muy céntrico, en la calle Miklosiceva, a escasos metros del Triple puente.  Pagamos 27 euros por persona, al principio nos pareció algo caro pero pronto descubriríamos por qué.

Tras dejar las mochilas en el hostel nos fuimos a la calle a dar un paseo antes de cenar. Nos acercamos al Triple puente y comenzamos a ver mucho alboroto. Cuando llegamos vimos un escenario montado en el centro de la Plaza Presernov y mucha gente, eran fiestas y de ahí el precio de los hoteles.

Cruzamos como pudimos el Triple puente y nos adentramos en el casco antiguo de la ciudad. Paseamos junto a casas de corte medieval, el ayuntamiento y la Catedral de San Nicolás y la zona del mercado, que visitaríamos al día siguiente. Cruzamos de nuevo el rio Ljubljanica por el Zmajski most, el puente de los dragones y nos dirigimos a las cercanías de la estación de tren para cenar en un local que habíamos “fichado” cuando salimos del autobús.



La noche no dio para más. Después de cenar nos fuimos al hostel a descansar.




JUEVES 23

Madrugamos y lo primero que hicimos fue ir a la estación de tren a comprar los billetes para ir al día siguiente a Zagreb. Tras comprar los billetes fuimos a buscar alojamiento. Cerca estaba otro de los hoteles que teníamos mirados el Hotel Park. Allí cogimos una habitación y nos dio pena no haber ido el día anterior, pues estaba mucho mejor equipado, más limpio y cómodo y nos salió incluso más barato, a 22 euros por persona. Lo único era que estaba un poco más alejado, pero nada que no fuese asumible, unos 600 metros entre los dos establecimientos.

Aún no eran las 10 y ya éramos libres para dedicarle todo el día a la ciudad. Nos sobra bastante tiempo, pues aquí todo está cerca.

Salimos de nuestro nuevo alojamiento y cruzando el puente de los dragones (llamado así por albergar varias figuras de estas criaturas como elementos decorativos) y nos plantamos en el mercado. A priori un mercado más pero tiene algo especial (aparte de ser todos los días) que le confiere un encanto singular, siendo obligado si se visita Ljubljana. Pasamos por los mismos sitios del día anterior pero a la inversa y con luz natural, observando así la Catedral de San Nicolás, de la que destaca su cúpula verde y sus torres gemelas, el Ayuntamiento, barroco del siglo XV, y la Fuente Robba que hay frente a él. Esta fuente se realizó a mediados del siglo XVIII, inspirada en la fuente de la Piazza Navona de Roma, cuenta con tres figuras que representan los tres ríos más importantes de la zona: el Sava, el Ljubljanica y el Krka.


 



Continuamos paseando por el casco histórico dejando para más adelante la zona del Triple puente.  Cruzamos esta vez el rio por el Sentjakobski most y desde ahí comenzamos la vuelta al centro pasando por lugares que queríamos ver.

Llegamos a la Trg Francoske revolucije, sin nada reseñable, y tomamos la calle que nos llevaba hasta la Kongresni Trg. En esta plaza se encuentra la sede de la Filarmónica, rodeada de edificios de gran interés, como la iglesia de las Ursulinas o  la universidad.
  
Desde aquí nos desviamos al oeste para buscar el Parlamento esloveno, situado en la Trg Republike. Del edificio del Parlamento, construido entre 1954 y 1959 destaca sobre el resto su entrada, flanqueada por estatuas de trabajadores.
Una vez visto el Parlamento regresamos a la zona del triple puente realizando un recorrido no lineal para movernos así por las calles de la ciudad. Pasamos por lo que parecían las calles favoritas de los vecinos de Ljubljana para realizar sus compras y llegamos de nuevo a la Presernov Trg, presidida por la Iglesia franciscana de la Anunciación.
  
Situados en este punto fuimos a nuestro primer hostel para recoger el equipaje que nos estaban guardando y llevarlo a nuestro segundo hotel. Tras el traslado fuimos a comer a un local situado en una de las calles aledañas a Presernov trg y cercana al rio.

Tras comer nos lo tomamos con mucha calma. Dando un pequeño paseo nos acercamos a la estación del funicular. Dicho funicular nos llevaría a los pies del Castillo y del parque que hay junto a él.
El castillo en sí no es gran cosa (muchos castillos de los que podemos encontrar en España lo supera), pero el parque y las vistas que se aprecian desde el, merecen la pena. El parque para ser un jueves estaba animadillo.

El billete del funicular nos costó 3 euros ida y vuelta.
  
Tras un rato paseando por el parque del castillo volvimos a la ciudad y caminamos ya sin objetivos, pues todos los habíamos cumplido. Buscamos un supermercado para comprar algo de comida y tras un rato por las inmediaciones de Presernov Trg, regresamos al hotel. Al día siguiente cruzaríamos la frontera con Croacia y 
pondríamos nuestro primer sello al pasaporte en este viaje.





2 comentarios:

Victor dijo...

Yo me quedé con ganas de dedicar unos días a este país y desde luego que la capital me tiraba mucho. Como tengo pensado volver a Eslovenia, recordaré esta entrada para releerla.

Un saludo compañero!

Mikel Goiko dijo...

Pues para lo que quieras ya sabes donde encontrarme.
Nosotros también pensamos volver a Eslovenia, ya que es un país que tiene mucho que ofrecer. Esta vez nos quedamos solo con la capital, pues nos quedaba bien de paso a Serbia y bosnia que era lo que más nos interesaba.