domingo, 19 de agosto de 2012

De pueblo en pueblo. Frías. Capítulo 7.

FRÍAS. LA CIUDAD MÁS PEQUEÑA DE ESPAÑA.


Burgos es una provincia espectacular en lo que a patrimonio se refiere. De todos ellos, el activo  principal es, evidentemente, la Catedral de Burgos, declarada Patrimonio de la Humanidad por la Unesco.
Pero Burgos posee preciosos espacios naturales, yacimientos históricos y varias poblaciones con gran valor histórico y artístico. Una de esas poblaciones es Frías.

Frías se encuentra en el nordeste de la provincia y cuenta con apenas 280 habitantes. Posee el titulo de Ciudad desde que, en 1435 se lo otorgase Juan II de Castilla, con el objetivo de emplearla como “moneda de cambio”, pues anhelaba la ciudad de Peñafiel, en manos del Conde de Haro Pedro Fernández de Velasco. Esta estrategia no era del gusto de los habitantes de Frías que se sintieron engañados, prestando resistencia al trueque, pero finalmente, en 1446, Frías pasó a manos de la familia Fernández de Velasco.

Debido al privilegio otorgado por Juan II, la extensión del municipio y sus habitantes, se dice que Frías es “La Ciudad más pequeña de España”.


Contaba con un recinto perfectamente fortificado, con su castillo y sus murallas.
Cuando visitamos la localidad nos recibe el precioso puente que salva las aguas del Ebro. Al puente original, construido con toba caliza, en el siglo XIV se le añadió el torreón con el fin de cobrar el “portazgo”.
 
Una vez que nos introducimos en el casco Histórico por alguna de las puertas de la muralla, da la sensación de que atravesamos una puerta en el tiempo, Frías nos transporta de nuevo a la Edad Media. Las calles empedradas, las viviendas al estilo de la época y la fisionomía de la ciudad nos envuelven con el sabor añejo de tiempos pasados.
  
Comenzamos la visita intramuros junto a la Iglesia de San Vicente. Se trata de un templo de estilo románico, aunque tuvo que ser reconstruida a principios del siglo XX debido al derrumbe de su torre. La restauración cambió su aspecto, pues la torre, diseñada en principio como elemento defensivo ya no necesitaba cumplir dicha función y fue sustituida por una más amable. El pórtico románico original fue vendido al Museo de Claustros de Nueva York para poder acometer las reformas. Hoy en día se puede ver en la ciudad estadounidense.

Junto a la iglesia se encuentran las Casas Colgadas, a semejanza de las de Cuenca. Estas casas fueron edificadas al borde del precipicio, obligadas por el escaso espacio existente en recinto de la ciudad.  Pero apreciaremos más tarde y desde los pies de la ciudad las vertiginosas viviendas.

Caminando por las calles de la ciudad, en busca del castillo, nos topamos con el ayuntamiento, la casa de cultura o la antigua casa cuartel como elementos más destacados de las bellas arterias de Frías.

Finalmente llegamos al lugar más emblemático, el Castillo. No se conoce exactamente la fecha de construcción del castillo pero si sabemos que tomo especial importancia cuando pasó a manos del rey Alfonso VIII, ya que este le dotó de carácter estratégico en la vigilancia y defensa de la comarca.
Hoy el Castillo no conserva las estancias originales pero nos ayuda a hacernos una pequeña idea. Se accede por una pequeña puerta, tras salvar mediante un puente levadizo el foso. 

 
Accedemos al interior por el patio de armas. Este patio era una especie de distribuidor desde el cual se pasaba a las estancias del castillo, al norte la zona de servicios (Bodega, granero, establo, etc) y al sur la vivienda. Aquí se pueden observar varios elementos defensivos de la fortaleza, como las almenas, saeteras y el doble muro.
Pasamos del patio a la Torre del Homenaje, independiente del resto del recinto. Esta torre fue construida posteriormente, a mediados del siglo XV para dar más seguridad al Castillo y sus habitantes. Desde ella las vistas son impresionantes.
   
La imagen de la torre es verdaderamente impactante, pues se encuentra elevado sobre un peñasco natural, lo que le confiere al Castillo y a Frías en general un perfil inigualable.

2 comentarios:

Babyboom dijo...

Uno de los lugares que a mí me gustan, Frías será el pueblo más pequeño de España pero parece que está muy bien aprovechado, será cuestión de escaparse algún fin de semana para allí!!! Un saludito. ;-)

Mikel Goiko dijo...

La verdad que nosotros lo tenemos bien cerquita y mucha gente no lo conoce. Es muy curioso porque esta en lo alto de un cerro y sus casas aprovechan al máximo el espacio, además su historia es interesante.

un abrazo