La villa de Artziniega, fundada en 1272
durante el reinado de Alfonso X. Ha sabido conservar su estructura
medieval y la forma de característica de sus tres calles paralelas
unidas entre si por cantones. En su origen contó con murallas que
rodeaban el casco pero estas han desaparecido por completo ya que
nunca tuvieron una verdadera importancia.
Artziniega fue lugar de paso de rutas
comerciales entre Castilla y los puertos del cantábrico, lo que se
deja ver en las construcciones de la villa, sus casas palaciegas o
sus torres.
El casco histórico fue declarado
Conjunto histórico – artístico en 1996.
la visita a la villa comienza junto a
la Casa Torre Molinillo de Velasco. Una construcción de finales del
XVI y que tiene una vivienda adosada a su parte trasera. Propiedad de
los Condes de Ayala, hoy es un hotel y restaurante.
Tras la torre nos aborda la Goiko plaza
(Plaza de arriba), donde se encontraba el antiguo ayuntamiento y
desde donde partes todas las calles del casco histórico. La plaza
busca con dudoso éxito una forma circular con viviendas y soportales
imitando a las plazas castellanas. El edificio donde se situó el
ayuntamiento es del siglo XIX y albergó también la cárcel, hoy es
la sede de turismo.
Dirigiéndonos a la calle de Arriba nos
topamos con el convento de las Madres Agustinas y más adelante la
Parroquia de Nuestra señora de la Asunción, el lugar de culto en el
interior de la villa.
Paseando por las tres calles paralelas
nos encontramos con varias casas blasonadas, la Casona del Valle y la
Torre de Bengoa, un claro ejemplo de como eran las Torres urbanas en
el Edad Media. Además, en la calle de Abajo podemos visitar una
antigua fragua.
Pero Artziniega es algo más que su
casco histórico. A un kilómetro aproximadamente de él, se
encuentra el Santuario de Nuestra Señora de la Encina, en la
carretera que va a Balmaseda.
Dice la leyenda que en este lugar se
apareció la Virgen en en hueco de una encina. El santuario fue
construido durante los siglos XV y XVI pero se sabe que anteriormente
también hubo construcciones en la zona, siendo el gótico el estilo
que predomina, si bien es cierto que se trata de un gótico inicial y
poco ostentoso. Su interior goza de gran belleza, destacando el
Retablo Mayor, que data de principios de XVI, y una magnifica talla
de la Virgen en madera más antigua incluso que el templo.
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