La puerta del León nos da la
bienvenida al laberíntico conjunto de palacios, patios y jardines
que forman el Real Alcázar de Sevilla. Nos sumergimos como en otro
mundo, ajeno al bullicio que transmite la urbe hispalense al otro
lado de las murallas.
En este recinto se constata el devenir
de la historia de la ciudad, influenciada por diversas culturas, las
cuales se encargaron de dejar su huella en tan importante lugar.
El Alcázar original, el Palacio
Islámico, fue ordenado construir por el primer califa andaluz, Abd
al-Rahman III en el año 913. Posteriormente fue cambiando de manos y
de fisionomía. La Reconquista de estas tierras por los cristianos,
en 1248, encabezados por el Rey Fernando III de Castilla, fue un
hecho de vital importancia para la estructuración del recinto. Si
bien el monarca no pudo disfrutar en gran medida del Alcázar debido
a su cercana muerte, sí lo hizo su sucesor, Alfonso X, quien fue el
artífice de la construcción del Palacio Gótico. Ya en el siglo
XIV, Pedro I construyó el palacio Mudéjar, sobre todo con el
objetivo de dotar al lugar de estancias privadas más cómodas y
mejor dotadas.
Durante el siglo XVI se acometieron
nuevas reformas aportando a los palacios importantes elementos
renacentistas, en su mayoría ligados al Rey Carlos I y su enlace con
Isabel de Portugal.
El Real Alcázar de Sevilla fue
declarado Patrimonio de la Humanidad en 1987, junto con la Catedral y
el Archivo de Indias. Además es la sede con uso continuado como
Residencia Real más antigua del mundo, pues es alojamiento de la
Casa Real y de otros Jefes de Estado cuando se encuentran de visita
en la ciudad o la región.
Realizaremos esta visita más por un
orden geográfico que cronológico, aunque siempre debamos tener en
cuenta el orden de las fechas de ejecución de los distintos
palacios.
PALACIO ISLÁMICO
El primer patio que nos sale al paso es
el Patio del León, desde este podemos acceder, atravesando primero
la Sala de la Justicia al Palacio primitivo.
Del Palacio islámico, sobre el que se
sustentó todo el recinto actual, tan solo ha llegado hasta nuestros
días el pequeño Patio del Yeso, perteneciente al Palacio homónimo
del que ya no queda nada.
Volviendo al Patio del León y pasando
bajo un arco del lienzo de la muralla almohade ingresamos en el Patio
de la Montería.
PALACIO MUDÉJAR
El Patio de la Montería nos recibe y
actúa a modo de distribuidor para perdernos por salas y galerías.
Al frente, se encuentra el Palacio de
Pedro I. Considerado el mayor ejemplo de arte mudéjar de España, es
uno de los más antiguos, aunque ha sido remodelado en varias
ocasiones. A pesar de tratarse de un palacio construido por un rey
cristiano su fisionomía es de origen árabe, no obstante fue
construido por artesanos y obreros de origen musulmán. Concebido
para albergar las estancias privadas del monarca, también cuenta con
espacio para actos oficiales. Este emplazamiento se distribuye por el
impresionante Patio de las Doncellas. En este patio nos deslumbran
los arcos lobulados profusamente decorados. Accedemos al Salón de
Embajadores, concebido como centro del área publica, en el que
destaca su magnifica cúpula de madera dorada y entrelazada.
Las estancias publicas de este Palacio
Mudéjar se encuentran en torno al Patio de las Muñecas.
PALACIO GÓTICO
Desde el Patio de las Doncellas se
puede acceder, mediante unas escaleras, al Palacio Gótico, si bien también es posible acceder a él regresando al Patio de la Montería
y atravesando la Galería Dieciochesca, llegando al Patio del
Crucero.
El Patio del Crucero es el dispensador
de este Palacio de mayor carácter publico que privado. Se construyó
en tiempos de Alfonso X, aunque tuvo que ser remodelado tras el
terremoto de 1755.
Desde el patio del Crucero podemos
pasar al Salón de los Tapices, decorado con grandes tapices que
representan la conquista de Túnez por parte de Carlos I. Nos
adentramos en la Sala de Gótica, también conocida como la Sala de
Fiesta por celebrarse allí el banquete de la Boda entre Carlos I e
Isabel de Portugal. Tras una puerta lateral de la sala se encuentra
la Capilla.
La sala de fiestas también nos lleva
al Jardín del Mercurio, paso para poder llegar a los Baños de María
de Padilla.
JARDINES
La galería del Grutesco nos muestra
parte de jardín y nos ayuda a hacernos un pequeña idea de lo que
nos esperará si nos adentramos en el inmenso bosque real.
Los jardines ocupan unos sesenta mil
metros cuadrados, en ellos disfrutaremos de diversas fuentes,
galerías, pabellones y estanques, amén de variada flora, donde
destacan los naranjos autóctonos y diferentes especies exóticas.
Han sido influenciados por los
diferentes gustos de las épocas, desde el siglo X en adelante y se
dividen en varios espacios denominados cada uno según las especies o
elementos arquitectónicos que en ellos se encuentren.
No puede haber quien haya visitado
Sevilla y no se tome un momento para conocer este lugar tan
importante en la historia de la ciudad y del país.
DATOS PRÁCTICOS.
a)
Horarios
Horario
de octubre a marzo:De lunes a domingo, de 09.30 a 17.00 h.
Horario
de abril a septiembre: De lunes a domingo, de 09.30 a 19.00 h.
Cerrado
los días 1 y 6 de enero, Viernes Santo y 25 de diciembre.
b)
Tarifas
Entrada
general:8,50 €
Entrada
para jubilados y para estudiantes de 17 a 25 años (ambos
inclusive):2 €
(acreditándolo en taquilla).
Entrada
para discapacitados, menores de 16 años y para los nacidos o
residentes en Sevilla capital:Gratuita
(acreditándolo en taquilla).
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